Trágico cierre de sexenio: Acapulco devastado y violencia en Sinaloa

El sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cierra en medio de una crisis que ha sacudido al país. Acapulco, una de las ciudades más emblemáticas del turismo mexicano, se encuentra devastado por las lluvias torrenciales que han dejado a su paso muerte y destrucción. El saldo hasta ahora: 22 muertos, además de decenas de desaparecidos y miles de damnificados. Sin embargo, la atención mediática ha girado en torno a la decisión del Presidente de no visitar la zona afectada, provocando críticas sobre su aparente indiferencia hacia los afectados.

AMLO, en lugar de acudir a Acapulco, optó por viajar a Sinaloa, un estado que ha sido epicentro de la violencia ligada al narcotráfico. Aunque su visita a esta entidad también fue objeto de polémica, pues evitó acercarse a las zonas donde los enfrentamientos recientes han cobrado la vida de casi 120 personas en tan solo 19 días. La violencia en Sinaloa se intensificó al grado de que, horas después de su visita, se reportó el hallazgo de una camioneta con cuerpos y un mensaje escalofriante: «Bienvenidos a Culiacán», en lo que parece ser una clara advertencia de los grupos criminales.

La relación de AMLO con Sinaloa ha sido ampliamente comentada a lo largo de su mandato. Se le atribuyen al menos 26 visitas al estado durante su sexenio, un número significativamente alto comparado con otros estados del país. No obstante, su ausencia en Acapulco, tanto durante las lluvias del año pasado como las recientes, ha despertado críticas entre ciudadanos y analistas, quienes consideran que el Presidente ha dado la espalda a las víctimas de estos desastres.

El auto proclamado «Presidente del pueblo» cierra su mandato con sombras de insatisfacción y una percepción creciente de abandono en las regiones más afectadas por la violencia y los desastres naturales.

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